"Descríbeme como eres". Ante esta frase muchas personas se quedan en blanco o simplemente se le ocurren adjetivos negativos.
La baja valoración de uno mismo, la autoexigencia, el miedo a la crítica, la vergüenza... hacen que la persona se vaya replegando más y más en sí misma y que cada vez muestre menos de un potencial que muchas veces desconoce, limitándose así a nivel social, laboral, emocional, de tal manera que nunca se sentirá satisfecha por creer que es inadecuada o no válida.
La causa de todo esto puede ser muy variada, desde la forma en que cada uno ha sido educado, a la no aceptación del propio aspecto físico, pasando por el miedo al rechazo... pero el resultado es este: mucha capacidad desconocida y desaprovechada, sensación de culpa y malestar por sentirse incapaz de realizar las cosas que le gustarían y no poder alcanzar las metas que se desean (relaciones sociales, sentimentales, enfrentar nuevos retos...)
El trabajo se centrará en:
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